La historia comienza en City Sven-1, una ciudad marcada por el caos, la pobreza y la violencia. Es el tipo de lugar donde las calles son peligrosas después del anochecer; se recomienda evitar salir a menos que se desee nunca regresar. Pero a veces, el destino obliga a tomar riesgos.
Saico era uno de esos jóvenes que, por necesidad, decidía enfrentarse a la noche. Repartidor en una de las zonas más conflictivas de la ciudad, siempre confiaba en que su motoneta era la más rápida del barrio y que nada podría detenerlo. Esa noche, la recompensa era tentadora: las entregas nocturnas pagaban hasta cinco veces más que durante el día, una oportunidad que no podía desperdiciar.
No era la primera vez que aceptaba una entrega tarde, y esta vez no solo tenía una: ?eran cinco! Dinero rápido y fácil, si lograba completar todas sin ningún problema. Decidido y sin pensarlo dos veces, aceptó el reto.
Por otro lado, Ziggy estaba esa noche en la ciudad, incómodo. Odiante de la idea de pasar tiempo en City Sven-1, siempre había considerado que esa zona era más que peligrosa, pero el favor para BJ era algo que no podía rechazar. BJ tenía una cita con su novia, Rouse, y no quería faltar. Ziggy era un buen amigo, pero la advertencia en su pecho no desaparecía: sentía una especie de presión en el aire, algo extra?o, como una se?al de que esa noche no sería tranquila.
De repente, mientras avanzaba por las oscuras y húmedas calles, algo le llamó la atención. A lo lejos, vio una figura con una motoneta, avanzando a toda velocidad por las calles de la zona.Taken from Royal Road, this narrative should be reported if found on Amazon.
—?Está loco o realmente necesita el dinero? —murmuró para sí mismo mientras continuaba su camino.
Sin embargo, poco después, una sensación más inquietante le llegó al cuerpo: un temblor. No un terremoto, eso lo habría sentido de otra manera. Pero ese temblor era constante, como un ritmo de pasos lejanos. Ziggy se detuvo y miró hacia atrás.
Fue entonces cuando lo vio: una enorme sombra negra avanzando hacia el joven mensajero.
—No puede ser... —pensó, con una presión en el pecho que nunca le había sentido antes.
Antes de que pudiera reaccionar, un fuerte golpe lo lanzó hacia adelante, como si una fuerza invisible lo hubiera empujado. Ziggy salió disparado, pasando incluso la motoneta de Saico, quien no podía creer lo que había presenciado.
—?Pero qué...? —murmuró Saico, girando hacia atrás con los ojos muy abiertos.
Ziggy aterrizó de pie, sin ayuda, y observó rápidamente el horizonte. La sombra negra ahora era mucho más visible: un monstruo de aspecto imponente se acercaba, una presencia completamente fuera de lugar para una noche cualquiera. Ziggy había visto estas criaturas antes: eran bestias mutantes, y ahora lo tenía claro.
—?Busca un lugar seguro! —gritó, ignorando cualquier miedo mientras preparaba su espada con una rapidez profesional.
Saico, aun desconcertado, no podía entender lo que veía. ?Estaba so?ando? ?O se trataba de alguna broma pesada? Pero no había tiempo para cuestionarse más.
De repente, un rugido profundo retumbó en el aire. Era una sombra enorme, ahora completamente visible: Pardo, el más fuerte de los Primordiales.
Los dos jóvenes se quedaron inmóviles, Saico temeroso y Ziggy completamente alerta. Saico había escuchado rumores sobre criaturas como esa: mutantes enormes que acechaban las sombras de la ciudad, pero siempre pensó que eran cuentos de fantasmas urbanos. Sin embargo, ahora lo veía de frente, en carne y hueso.
Ziggy no quitaba la mirada de aquella monstruosa figura mientras una pregunta lo atormentaba:
?Qué hacía un Primordial en una ciudad como esta?